RASGOS DE NUESTRO ESTILO

Construcción frente a desconstrucción

Nuestra actitud, como veteranos de la OJE, con una formación sólida en nuestra juventud, debe consistir en construir frente a la 'deconstrucción' impuesta.


Artículo recuperado, publicado en la revista Trocha | Núm. 208, de noviembre de 2019. Editado por Veteranos OJE - Cataluña. Ver portada de Trocha en La Razón de la Proa.

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Construcción frente a desconstrucción

Construcción frente a desconstrucción


No solo nos quieren servir platos deconstruidos cuando caemos en algún restaurante postmoderno y pijo, sino que, con más gravedad e incidencia, nos deconstruyen el lenguaje y la manera de pensar, pues lo primero lleva a lo segundo.

La llamada corrección política nos dicta las palabras, los términos que debemos usar, las frases prohibidas, los chistes o las canciones que no son gratos a esta influencia, con el fin de que nuestro pensamiento se adapte a las consignas que nos llegan desde los poderes globalizantes, que están diseñando un mundo a su medida y provecho.

Se trata de actuar sobre la cultura heredada, sobre lo que nos han legado nuestros predecesores y, de paso, para evitar que las transformaciones e innovaciones necesarias sean diferentes a las que tiene prevista la ingeniería social que actúa por doquier, sin que se escape nadie ni nada de su nefasta influencia.

Serán muchos, quizás la mayoría, los que piquen, y se consideren más actuales si adoptan expresiones e ideologías que están a la page, para que no les llamen retrógrados y desfasados.

Nuestra actitud, como veteranos de la OJE, con una formación sólida en nuestra juventud, debe consistir en construir frente a la deconstrucción impuesta; no importa de dónde vengan las normas de corrección y quiénes y cuántos sean los tontos que las asuman.

Empecemos por ese lenguaje que tratan de modificar a su antojo, sigamos con las ideas, que deben proceder de nuestro pensamiento y educación, y lleguemos a los valores, que tienen un alcance intemporal y universal.

No cabe renunciar a la fiel construcción de nuestro mundo, por hacer de coro bobalicón a los ingenieros de la deconstrucción. También eso forma parte de una actitud de gallardía que ha caracterizado siempre a nuestro estilo.


 

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